lunes, 14 de mayo de 2007

Astarté

Los negocios van, nunca mejor dicho, viento en popa. Y por ello, he decidido invertir los beneficios obtenidos en mis viajes de estas últimas semanas en ampliar mi flota, adquiriendo una nueva embarcación que me permita explotar de un modo más amplio las oportunidades comerciales que vayan surgiendo.

Así que, aprovechando mi última estancia en Estambul he adquirido esta preciosidad, a la que he llamado Astarté, en honor al pueblo fenicio que en la antiguedad dominó estas aguas y con la esperanza de conseguir mediante su mención algo de la habilidad que les caracterizó como comerciantes.



Pero que no os engañe su inocente aspecto. Unos retoques antes de partir en los astilleros y unas oportunas modificaciones en su armamento, la hacen temible para aquellos piratas que osen intentar abordarla, como ya han podido comprobar algunas de esas alimañas de las costas de Creta!

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