sábado, 28 de abril de 2007

Tormenta frente a Beirut.

Hacía tiempo que no me sorprendía una tormenta como esta en alta mar. Y casi había olvidado la emoción que supone el enfrentarse a esas olas embravecidas, que como montañas dotadas de diabólica inteligencia, intentan atraparte para arrastrarte con ellas a las mísmisimas fosas del infierno!



Así que ya sabéis, arriad vuestras velas, sujetad con fuerza el timón, y disfrutad del placer que supone el enfrentaros a la furia de los elementos!!!

viernes, 27 de abril de 2007

lunes, 16 de abril de 2007

Turismo en el Voyage Century.

Si es que no todo va a ser trabajar, mercadear y hundir barcos... (que cansado no?) hasta en la realidad virtual hacen falta unas vacaciones de cuando en cuando. En solitario, o con los amigos, que para eso están. Que nos demos de cañonazos hasta que nos salgan por la cofa cuando nos encontramos en alta mar, no quita para que de cuando en cuando, nos vayamos a visitar monumentos, o a visitar a la Queen de los ingleses, que con eso de que sale en las revistas del corazón, digo yo que igual conseguimos un dinerito por su autógrafo... o por la instantanea que le tomamos en plan paparazzi, que no se crean vuesas mercedes que es facil, con el cuerpo de guardia que tiene their gracious queen...

En fin, que nos lo pasamos en grande con la tecla "imp pant" como resultan buena prueba de ello no solo las instantaneas que adjunto, sino tambien los enlaces a otros blogs de colegas que podeis encontrar en el apartado que hoy estreno al márgen titulado "Otros hermanos de la costa."

viernes, 13 de abril de 2007

No solo en la mar vive el hombre...

Pues sí, las aventuras en tierra también pueden ser tan fructiferas o más que las marinas, contando con una variedad increible de misiones y negocios que pueden emprenderse fuera del barco.

Ya mencioné en mi primer post la posibilidada de dedicarse a la minería, la tala de árboles o la siembra como ejemplos de la variedad de tareas que pueden emprenderse. Y además de los oficios "por cuenta propia" están aquellos que resultan de cumplir las encomiendas que nos hacen los pnjs (personajes no jugadores). Y como muestra un botón de una muy rentable aventura llevada a cabo por un servidor hace dos días.

En cierta ciudad de influencia otomana (no dire cual es para no ponerlo demasiado facil y que pierda gracias) encontré a una desconsolada joven de nombre Bera que había sido rescatada por un apuesto caballero de una pandilla de desalmados. El caballero en cuestión, aparte de enamorar a la jovencita, dejó caer en pleno acto del rescate una joya que Bera nos prestará si prometemos ayudarla a localizar a su amor.

Tras recorrer algunas otras ciudades de idéntica influencia, más por casualidad que por otra cosa, empecé a encontrar otros pnjs que sabían algo del tema (una vez aceptada la misión, puedes reconocer a estos por una exclamación sobre su cabeza... si estás en la ciudad indicada) Así, preguntando preguntando, localicé al noble propietario de la joya (del puño de su espada había caido nada menos) que en agradecimiento escribió una carta a la joven Bera. De vuelta a Bera, entregué la carta, y esta tras dudar si contestar o no a su amor (las diferencias sociales no perdonan ni entre el mundo de los pnjs) por fin se decide a darme otra misiva que, presto, vuelvo a llevar al afortunado noble.

Por fin, y tras haber prestado todos los anteriores servicios sin recompensa alguna, (ya creía que me había fichado carteros sin fronteras!) el noble principe recuerda que no me dió las gracias en la primera ocasión, y se deja caer con ¡¡¡100.000 monedas de plata!!! (para algo es principe, el colega!)


Moraleja: bien está lo que bien acaba, y quién a buen pnj se arrima, buena sombra le cobija. O algo así.

miércoles, 11 de abril de 2007

El comienzo.

Aunque llevo ya algo más de una semana navegando arriba y abajo, procuraré hacer un breve resumen de como ha sido la primera singladura de "La Mota Negra".

Partí del puerto de Atenas, donde tuve a bien enrolarme para mis primeras misiones en el gremio de los exploradores y pertrecharme por tanto de un barco adaptado a estos menesteres. esta embarcación, que podéis contemplar en su estado actual al márgen, es una balandra de dos mástiles, pequeño pero agil y rápido, y viene "de serie" armado con dos cañones para defenderse de los malos. Debeis saber que todas estas características, así como las del propio patrón que la gobierna (o sea, yo mismo) van mejorando conforme se van utilizando, mejorando más rapidamente las propias de su especialidad (en mi caso las correspondientes a la exploración), pero sin que esto te limite para aceptar misiones de otros tipos y desarrollar tambien capacidades distintas a las citadas.

Muchas fueron en principio las leguas navegadas, en principio en el mediterraneo, y despúes, más allá de las columnas de Hércules, hasta llegar hasta lugares tan lejanos como Islandia y las costas Noruegas. Las misiones de descubrimientos al principio son duras, ya que la inexperiencia hace necesario gastar muchos recursos tanto humanos como de viveres, de los que no se dispone, así como tampoco dinero con que financiarlos.


Por ello, y si bien las fuentes de ingresos pueden ser múltiples, opté por realizar misiones de escolta encomendadas por los mercaderes de diversos puertos (traders) que te proporcionan cantidades entre 1500 y 2000 monedas de plata por cada viaje, y que en estos momentos iniciales te vienen pero que muy bien.

Otra fuente fabulosa de recursos inicialmente, aunque quizás algo menos digna, son los naufragios ajenos. Las leyes del mar son muy explícitas al respecto. Lo que se encuentra en él no tiene dueño, y por lo tanto pertenece al descubridor. Los restos de batallas y naufragios suelen contener sorpresas muy agradables, sobre todo cuando uno va apuradillo de fondos, y con su venta (o directamente con el dinero encontrado) se va haciendo uno de unos ahorrillos que vendrán estupendamente más adelante.

Después de pasar unos días recorriendo mundo, y de vuelta a las cálidas aguas del Mediterraneo, tuve un desafortunado encuantro (sin querer, fue sin querer...) con un mercante procedente de Madeira. Voto a brios que apenas si mis balan lo rozaron - demasiado rápido que iba el muy canalla - y que no obtuve beneficio alguno del encuentro. Pero esto debió sentar fatal a la corona Portuguesa, ya que sus fragatas insisten desde entonces en cañonearme cada vez que me las cruzo. No hay que decir que, dado el tamaño de estas embarcaciones y el calibre de sus cañones - de sus muchos cañones - procuro desde entonces no acercarme a sus rutas comerciales, por si acaso.



Pero como no hay mal que por bien no venga, esto sirvió para que me centrara más en los puertos de nuestro querido Mare Nostrum, lo que descubrí resulta mucho más recomendable para un marino recien extrenado, como es mi caso. Pero creo que sobre esto ya os hablaré mañana, ya que si no creo que corro el riesgo de aburrir a vuesas mercedes, que suficiente me aguantaron ya por hoy...

martes, 10 de abril de 2007

¡Saludos, marineros de agua dulce!

Bienvenidos a esta bitácora, diario de a bordo de la embarcación más intrépida que surca los mares del Voyage Century Online, la mejor aventura multijugador sobre barcos y cosas de la mar que existe actualmente en esta red de redes.


Desde estas páginas pretendo reflejar mis vivencias en este estupendo juego, y servir un poco de enlace y marco en castellano para intercambiar conocimientos y vivencias entre los jugadores que nos aventuramos en él.

Y a los que no lo conocéis y os gustan los temas piratescos y marítimos, animaros a probarlo lo antes posible. No solo es gratis (lo que a los piratas como yo ya de por si nos gusta bastante!) sino que puedo deciros que sus posibilidades son múltiples, siendo el primer mmorpg que juego (y humildemente son ya bastantes a los que he jugado o probado...) en el que no es necesario forzosamente matar y matar bichejos para poder subir de niveles, ya que tiene un sistema muy complejo de experiencia en función de a lo que te dediques.

Desde el comercio, la pesca, la fabricación de vestimentas o armas... son muchos los campos en los que puedes especializarte, sin olvidar por supuesto el manejo de la espada y los abordajes, que dan su pizca de picante al juego. La exploración y los descubrimientos, las batallas navales y conquista de ciudades, guerras entre clanes y un complejo sistema de relaciones entre paises... poco a poco, y basado en mi propia experiencia, espero poderos acercar algo de lo que este increible juego nos ofrece.


De momento, solo invitaros a encontrarnos en alta mar. En el servidor Magallanes, y a bordo de mi barco, La Mota Negra, os espero a todos los que oséis aceptar tamaño desafío.